jueves, 23 de junio de 2011

ECONOMIA

La decisión se tomó ayer pero rige a partir de mañana. Expertos dicen que falta competencia.


A partir del viernes, la gasolina corriente tendrá un precio máximo de 8.499 pesos en Bogotá, y en las demás capitales los precios de referencia también se convertirán en topes sobre los que no se podrá cobrar más.
Mediante una resolución del Ministerio de Minas y Energía, las grandes ciudades pasan, desde el viernes, al régimen de libertad regulada, que reemplaza el modelo de libertad vigilada, que establecía una ganancia libre para los minoristas.
De esta manera, las estaciones de servicio no podrán ganarse un margen superior al de referencia, que para junio está en 428,65 pesos por galón.
El Ministerio tomó la decisión, argumentando que varias estaciones de servicio de algunas ciudades estaban cobrando el galón de gasolina a un precio muy por encima del valor de referencia que establece el Gobierno cada mes.
Según el ministro de Minas, Carlos Rodado, en ciudades como Bogotá se ha visto que hay estaciones que en lugar de cobrar el galón de gasolina corriente a 8.499 pesos (precio para junio), cobran hasta 8.800 pesos por esta cantidad de combustible.
El Gobierno mantenía el modelo de libertad vigilada porque esperaba que, en un sistema de libre competencia entre las estaciones de gasolina, el precio se diera por condiciones de mercado.
No obstante, lo que en realidad ocurre es que en algunas ciudades capitales no hay suficientes estaciones para que exista una verdadera competencia.
El ministro Rodado aclaró que la medida rige para las ciudades capitales, porque en ciudades más pequeñas ya operaba el sistema de libertad regulada.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Alejandro Martínez, dice que la decisión adoptada por el Gobierno es entendible en la medida en que se ha presentado especulación por la falta de competencia que hay en el mercado.
“En el país no hay un número suficiente de estaciones de servicio y eso hace que no haya un mercado más amplio”, dice el máximo directivo del gremio que agrupa a las compañías petroleras privadas en el país.
Señala que el ideal es que, a futuro, se vuelva a la libertad de precios pero eso dependerá de las condiciones del mercado.
Martínez señala que la decisión del Ministerio de Minas es una consecuencia lógica que se presenta con el abuso de los precios que se presenta en algunos surtidores.

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